miércoles, 27 de junio de 2007

¿Por que nos ganaron los gringos?

No fue el 4-4-2, no fue Chicago, no fue el árbitro, no fue la cancha. Tampoco fue el poco tiempo que jugó el Bofo, ni fue Hugo, ni la ausencia de Torrado ni la inconformidad de Nery o Márquez. Esto tiene que ver más con el rival. Tiene que ver con la fuerza de Donovan, la velocidad de Onyewu o la estatura de jugadores como Bradley o Dempsey.

Este partido se perdió desde hace 10 años. Se perdió en las academias de futbol, en los campos de entrenamiento de las preparatorias, en los programas de futbol universitarios. Se perdió en los gimnasios, en los consultorios de nutriólogos y en la autoridad de los entrenadores.

A diferencia de los mexicanos, nuestros vecinos del norte son atletas de alto rendimiento desde los 17 años. Y por alto rendimiento me refiero a tener una nutrición monitoreada, un trabajo de gimnasio controlado, disciplina personal y física, acceso a instalaciones de primer nivel. Nuestros futbolistas se convierten en deportistas de alto rendimiento (si se les pudiera llamar así) hasta los 22 ó 23 años, es decir al ascender al primer equipo. Pero a esta edad el músculo ya no puede crecer, ya no puede aprender cosas nuevas.

En Estados Unidos hay scouts que buscan jugadores de 15 ó 16 años para llevarlos a las academias especializadas y que son administradas por la Federación de futbol gringa, es decir no son propiedad de los equipos. En estas instituciones los jugadores tienen acceso a todas esas bondades que ya mencioné (nutriólogo, gimnasio, etc.) además de entrenadores para lo meramente futbolístico. Al paso de unos años en la academia, la mayoría de los jugadores pueden por lo menos aspirar a conseguir una beca para jugar futbol en la universidad (y seguir teniendo más o menos la misma infraestructura) o bien llegar a algún club de la MLS y de ahí tal vez al futbol inglés u holandés. En el peor de los casos al salir de la academia están bien nutridos y alejados de problemas.

En México los scouts van a ver los partidos dominicales de las ligas juveniles. Si un jugador es rápido, alto o mete dos goles, le ofrecen llevárselo a las fuerzas básicas de su equipo. Ahí les regalan el uniforme, unos balones, tachones, les pagan el transporte y les regalan una bolsa de galletas. En las fuerzas básicas les enseñan formaciones, táctica y los ponen a jugar algunos cuantos partidos. Si el jugador, por méritos propios, sin gimnasio y sin alimentación logra sobresalir, le dan una oportunidad al primer equipo. ¿Cuál es el resultado? un Jonny Magallón (me refiero al físico)

En resumen, este partido se perdió cuando Andrés Guardado tenía 10 años.

Son pocos los clubes mexicanos que hacen trabajo de fuerzas básicas: Monterrey, Tigres, Chivas, Atlas, Pachuca (ver post) si no se me escapa alguno. Cuando hay empresas con mucho dinero detrás de algunos clubes, llámese Femsa, Cemex, Jorge Vergara, Televisa, TV Azteca, Grupo Modelo. Esto también es de dinero, pero no de quien tiene más (si fuera así, los gabachos ganarían todos los mundiales) sino quien lo invierte mejor. En definitiva nos hace falta invertir en desarrollo futbolístico-físico.

En 10 años nos vamos a estar en la recta final de las eliminatorias para el mundial del 2018. Aún estamos a tiempo de prepararnos.

Ánimooooooo, ya le va.